CUANDO Y POR QUÉ NACE EL TRUEQUE:
La
primera condición para que exista intercambio de bienes es la capacidad de
producir excedente. El excedente es una parte de la producción que no se
necesita consumir. Si una sociedad dispone de excedente, puede intercambiarlo
por algún producto que posea otra sociedad (y que tampoco necesita consumir).
En la
más remota prehistoria, cuando los hombres se dedicaban a la caza y la
recolección, la producción de excedentes era casi nula. Además, por las
características de sus productos, esos excedentes no se hubieran podido
almacenar. Pero desde las primeras actividades productivas, el excedente
permitió emprender el hábito de intercambiar productos. Las
primeras formas de comercio entre los hombres consistieron justamente en el
intercambio de productos mano a mano: lo que uno tenía y no necesitaba, se
cambiaba por lo que el otro tenía y no necesitaba. Esa forma de intercambio se
denomina trueque.
El
trueque se mantuvo por mucho tiempo, aun en sociedades sedentarias: un jarrón de
vino por una bolsita de trigo, pieles de abrigo por un arma de caza, lana de
oveja por pescados.
¿Por
qué se abandonó el trueque? El desarrollo de nuevos bienes de consumo y el
crecimiento de la actividad comercial demostró que este sistema era poco
práctico: en primer lugar porque no siempre el otro necesitaba aquello de lo que
uno disponía. Por ejemplo, si un artesano de sandalias quería comprar pan,
siempre debía encontrar un panadero que necesitara sandalias ó averiguar qué
necesitaba el panadero, conseguirlo con su producción de sandalias. y recién
después ofrecérselo en trueque.
En
segundo lugar, también era un problema determinar cuál era el valor exacto de
los productos a intercambiar: ¿cuánta lana por un jarrón de vino? ¿de qué tamaño
debía ser el jarrón? ¿una vaca valía lo mismo que un camello?
Para
resolver estos primeros problemas los hombres buscaron un producto de
referencia: los valores de todas las mercaderías se establecerían en base a ese
producto. Esa referencia es el primer paso en la historia de la moneda.
UNA MONEDA CON MUCHAS FORMAS
Una
moneda es, de hecho, un elemento intermedio que sirve para facilitar los
intercambios. Si todos los hombres establecían el valor de sus productos sobre
la base de la misma mercancía, el intercambio era mucho más simple. Los primeros
bienes de referencia fueron el trigo o el ganado. Entonces, era posible
establecer el precio de los diferentes productos: por ejemplo, obtener una vaca
a cambio de una cantidad establecida de cereales.
Estos
primeros bienes de referencia reunían dos características principales: eran
aceptados por la mayoría de los hombres, y eran sumamente útiles. Sin embargo,
pronto surgió un nuevo problema. El bien de referencia debía ser divisible,
debía poder fragmentarse para intercambios menores, cotidianos, por objetos de
menor valor. Además, debía simplificarse también su traslado, su cuidado y su
almacenamiento.
Así,
los objetos que funcionaban como bienes de intercambio fueron haciéndose más
pequeños y fácilmente manipulables: collares hechos con caracoles o caparazones,
barbas de ballena, cocos, bolsitas con sal, etc.
LA
APARICIÓN DE LA MONEDA METÁLICA
Según
el historiador griego Herodoto, las primeras monedas metálicas surgieron en el
Asia Menor, en el siglo VIII a.C., debido a que un rey lidio se propuso
simplificar la recaudación de los impuestos y su almacenamiento. Así, habría
reemplazado productos como el ganado, el trigo o la madera, que su pueblo le
tributaba, por su equivalente en monedas fabricadas con una mezcla de oro y
plata. Sin embargo, es probable que mucho tiempo antes las monedas metálicas
hayan surgido en otro lugar.
Hacia
el año 3000 a.C, en la Mesopotamia asiática, asirios y babilónicos comenzaron a
utilizar como bienes intermedios para los intercambios barras de oro y plata.
También se utilizaban otros metales, como el cobre, el bronce o el hierro. Sin
embargo, se preferían los dos primeros (oro y plata) ya que tenían algunas
ventajas sobre los otros: en primer lugar su escasez, lo que los hacía valiosos,
y en segundo lugar su incorruptibilidad. Esto último se refiere tanto a que es
difícil falsificarlos como a que pueden almacenarse mucho tiempo sin echarse a
perder (al contrario del hierro que se oxida).
El
desarrollo de las actividades comerciales, sobre todo a través del imperio
romano, extendió la utilización de monedas metálicas. Desde entonces son los
Estados los que monopolizan la acuñación (fabricación de monedas). Además, las
monedas solían tener un sello grabado: la figura de algún dios, la efinge del un
emperador, o algún otro símbolo. Estos sellos garantizaban la pureza y el peso
del material con que la moneda había sido acuñada.

Papel Moneda Emitido Por Alemania
NUEVAS FORMAS DE PAGO
El
desarrollo de las actividades comerciales y el intercambio de productos traídos
y llevados a largas distancias propios de la Edad Moderna europea, hizo
necesario el desarrollo de nuevas técnicas que facilitaban el uso del dinero.
Muchas de estas técnicas fueron en realidad apropiadas por los europeos, a
partir del siglo XV, de otras regiones en las que existían con anterioridad. Por
ejemplo, las letras de cambio existían en el mundo árabe musulmán desde el siglo
X. Estas surgieron porque en diferentes lugares se utilizaban diferentes
monedas. Con estos documentos se garantizaba que una persona pudiera cobrar una
deuda en un lugar lejano, con la moneda de su lugar de residencia pero por un
importe equivalente a la moneda del lugar en el que se había realizado la venta.
Otra
novedad europea del siglo XV fueron los billetes a la orden (o sea, órdenes de
pago para determinada persona) que dieron origen al cheque. Este evitaba que una
persona tuviera que caminar por la calle transportando dinero, por lo que
permitía comerciar con mayor seguridad. El dinero real se encontraba depositado
en un banco y el cheque permitía a quien lo había recibido extraerlo cuando
quisiera.
á
partir del siglo XVI se generalizó la utilización de monedas de plata debido a
la gran cantidad de ese material extraído de las minas americanas. Más tarde, a
a finales del siglo XVIII surgió el papel-moneda, o sea, el billete actual.
También fabricado por el Estado con exclusividad, su aceptación es forzosa (o
sea, ningún comerciante puede exigir el pago en oro o en plata; debe aceptar el
billete de curso legal).

Actualmente existen tarjeta de
crédito como otra forma de pago. Estas permiten inclusive
aplazar el pago del producto adquirido
Fuente Consultada: Sociedad - Historia
8to. Año Vicens Vives (Maria P. González y Marissa Massone)
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